Juego con imágenes y letras.

Bueno... es un juego. Consiste en poner un relato sobre una imagen que habrá puesto el anterior forista. Al final del relato habrá que poner otra imagen para que el siguiente pueda hacer lo propio.

Puesto que este es el primer post, pondré una imagen, haré un relato de ejemplo y pondré al final otra imagen. Los relatos podéis hacerlos más breves (incluso de un par de líneas).




El cielo estaba despejado a pesar de que era invierno. Lucía y yo
estábamos caminando por la playa; solos. La gente de la zona seguía una
mentalidad cerrada y fija de ir a esos sitios únicamente en verano, así
que aprovechamos para pasear por allí con toda la intimidad del mundo.

Yo nunca había disfrutado de la playa: la arena siempre me
molestó, el agua está más fría que en cualquier piscina, las
multitudes, los gritos, los niños corriendo, el sol... pero esa vez
estábamos sólos y el sol no quemaba directamente. Po supuesto habíamos
ido a dar una vuelta, por lo que estábamos ambos vestidos. Ella había
llevado unos vaqueros y una camiseta azul, con una chaquetita discreta
de un color similar por encima. Yo, por mi parte, llevaba unos vaqueros
negros y algo rotos con una camiseta negra y una camisa abierta encima.

Durante el paseo por la playa, en el que hablamos de distintas
cosas, nos abrazamos y comenzamos a besarnos apasionadamente. Cerramos
los ojos al mundo y nos olvidamos de todo lo que nos rodeaba. En ese
momento estábamos sólos ella y yo. El beso fue espectacular, así como
lo que vino a continuación; poco a poco ella me quitó la camisa.
Respondí retirándole la blusa con sumo cuidado, sin dejar de besarnos.
Ambos arrojamos la prenda del otro por ahí. Más tarde, ella me quitó
poco a poco la camiseta, y no tardé en devolverle la jugada con el
mismo movimiento. No nos importaban las miradas indiscretas; no nos
importaban los rumores de las viejas ceñidas a antiguas normas morales;
nos importaba poco lo sorprendidos que estuvieran los niños del parque
que estaba en el principio de la playa. Nosotros dimos rienda suelta a
nuestra lujuria. El sujetador de ella salió fácil y rápido, al fin y al
cabo ya tenía cierta práctica retirando esa prenda.

Una vez ambos tuvimos el torso al aire, me quité los playeros y
los calcetines con intención de que los pantalones fueran después; sin
embargo, mientras Lucía se quitaba su calzado, perdió el equilibrio y
cayó encima de mi. Allí estábamos los dos, en nuestro propio mundo, en
la playa, casi desnudos, tumbados en la arena y liberando a nuestro
cuerpo de las hormonas a la par que nos satisfacíamos mutuamente...
simplemente espectacular.

Caminaba sin rumbo fijo, nada le afectaba ya. Se detuvo y alzó la vista, descubrió que había llegado a una playa, no sabía cual era, no la conocía, pero no era raro, ya que no solía ir a la playa. No había edificios en los alrededores, por extraño que pareciera, esta playa no había sido mancillada por la civilización.
La mar estaba calma, el agua cristalina estaba cual espejo. El sol estaba oculto entre las nubes, aunque poco quedaba ya para que se escondiera en el horizonte.
Seguía caminando por la orilla cuando pasó por delante de un montón de piedras y un tronco seco, se descalzó y dejó allí sus deportivas y sus calcetines. Los pies se le hundían en la arena húmeda. Hacía mucho frío, pero ella no lo percibía y siguió caminando sin rumbo... algún día encontraría su lugar.

El frío y la lluvia me ha acompañado en mis últimos paseos. La luz de la luna, junto a las farolas, alumbran el camino a seguir. Una vez más me siento a descansar en uno de tantos bancos llenos de pintadas, noto más que nunca sobre mis hombros peso del mundo. Suspiro. Levanto la vista y en mi se dibuja una pequeña sonrisa mientras una lágrima se desliza por mi mejilla.

-Mañana será otro día…

Otra noche más, la infante de pelo dorado se levantó y apoyó sus delicados y fríos pies en el agua. La luna llena indicaba el camino a seguir y ella siguió las órdenes de la silenciosa criatura blanca. Caminaba sobre el océano, acercándose más y más a la línea fina que la llevaría al cielo. Alzó sus suaves manos y una brisa la elevó entre las nubes, las nubes acariciaban su piel y la impulsban hacia la gran Luna, que continuaba observándola con sus múltiples ojos.
Cuando creía que podría tocarla, abrió sus ojos. Estaba acostada en una grande cama blanca. Miró a sus pies e intentó moverlos, pero fue incapaz, parecía como si aquellas vendas fueran ataduras blancas que la unirían por siempre a la tierra. Ansiaba libertad, pero una cruz en su destino no la permitiría volver a andar.

Oh, no me jodas... no veo nada. ¿Dónde... dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? esto... esto no es mi cama. Yo estaba durmiendo tranquilo en mi cama. ¿Por qué no veo nada? ¿Qué me pasa? Aish... está duro. Arg!. Bueno... vamos a ver... ¿Qué lugar es este? Parece... una habitación. No parece muy grande. Oh, no me jodas. Está todo húmedo. y estoy descalzo... más bien desnudo. Pero... ¿Cómo llegué hasta aquí? El olor a humedad es impresionantemente repulsivo... ¡puaj! Espero no tener que estar aquí mucho más tiempo.

Auch... me duelen las costillas. ¿Qué... qué es esto? ¿sangre? ¿o agua? mierda... no veo nada. No sé si tengo una herida o qué. Bueno... primero intentemos salir de aquí. Parece un pasillo... No es muy ancho, pero quepo fácilmente. Intentaré caminar... me duele una pierna, pero no me impide avanzar. Las paredes están húmedas, el suelo también. El eco de mis pisadas me hace darme cuenta de que hay charchos en el suelo, aunque sólo en algunos puntos. Debo andarme con cuidado para no... ¡Au! tropezarme.


Llevo varias horas aquí. No sé qué me pasa ni cómo llegué. No conseguí ver nada... no, espera... eso es... es... ¡una puerta! ¡Ahí adelante entra luz! luz... luz... pero ¿de dónde es esa luz? ¿Qué me espera al otro lado? No... no tengo un buen presentimiento de eso... mejor me voy. Mejor vuelvo a donde estaba, en mi oscuridad, sí... oscuridad...

Su recuerdo persiste a través de esas dos rosas, y no me atrevo a quitarlas de encima de la mesa. No me atrevo a tirarlas a la basura, a convertirlas en deshecho, como debería hacer. La situación no merece que las guarde, pero sé que eso es lo que haré.

No quiero volver al pasado. Tengo un presente bueno, y un futuro interesante se abre ante mí. Pero no puedo evitar querer mantener los recuerdos del ayer, aunque sea un ayer reciente, aunque todavía duelan los matices. Sé que con el tiempo, hasta el más nimio dolor remitirá, y que miraré esas flores con cariño, recordando lo bueno, obviando lo malo.


Las cosas se terminan, pero no se debe hacer un escándalo de todo eso. La teoría es sencilla: todo lo que sube, baja. Todo lo que tiene un principio, tiene un final. ¿Por qué entonces es tan difícil de asimilar? ¿Por qué nos aferramos con tanta fuerza a algo destinado al fracaso?


Pronto, muy pronto, conseguiré ser totalmente feliz. Dejaré que esas rosas sean las portadoras de mis recuerdos.


Oh, vaya... se ha caído un pétalo...

Bueno, yo voy a repetir algo que escribí hace tiempo, no es muy largo pero... menos da una piedra, y para venir de mi es bastante xDD

Una lágrima se deslizaba
suavemente por su mejilla... al verlo él se acercó para abrazarla, la
conocía lo suficiente para saber que la primera costaba en salir porque
a ella no le gustaba llorar, pero cuando esta lo hacía ya no podía
reprimir las demás, le prestó su hombro para ocultarse... como siempre
hacía cuando ella se derrumbaba le susurró al oido palabras de apoyo,
era el único capaz de calmarla... y lo sabía...
Odiaba
que la tratasen como a una niña, como si fuese débil... pero era
incapaz de resistirse a su abrazo y a su voz recordadole que era su
pequeña... su niña... él es el unico a quien es capaz de mostrar lo
frágil que es en realidad.

Como siempre hacia... Si, casi como siempre. Tan solo que esta vez el abrazo duró mas de lo esperado, las lagrimas saladas cesaron y empezo la dulzura de un beso en la comisura, tierno, totalmente puro, que poco a poco y sin entender lo que ocurría los dos se superaron la ultima barrera que existía sin ningun tipo de tapujo ni falsa mora ly con la mayor naturalidad del mundo se dejaron llevar por esos sentimientos que tantas veces se habian negado a ellos mismos. Sus cuerpos fueron los culpables, no lo soportaron mas y se dejaron llevar por la placentera sensacion que los embriagaba.

Ehm... aquí alguien metió la pata por no leer las normas. El texto tiene que tener relación con la imagen que puso el anterior forista.

No pasa nada; son cosas que ocurren... sin embargo, agradecería un poco de atención además de la participación en el foro; nada más ^_^

Espero que esto siga adelante sin fallo u.u

Perdón, se me fue...

Tranquila; ya dije que no pasaba nada ^_^

Puesto que la gente se hizo un lío, pondré la imagen de la que el próximo forista tendrá que hacer un relato.

¿Cuantas lágrimas más me van a ser sacrificadas mientras sois incapaces de resguardaros de la tristeza?
Ojalá fuera lo suficientemente egoísta para romper estas cuerdas.

¿Dar sin pensar en recibir? Eso solo convierte a la gente en marionetas sin vida... Y los beneficiados lo saben, y lo aprovechan, y lo disfrutan... y se vuelven sordos cuando otras voces son las que piden auxilio.

( Un suspiro....tira o que queda do cigarro, písao co pé,e diríxese á persoa que se atopa sentada no recuncho)

- Xa podes partir.

- Porqué?

- É a túa hora, rematou o castigo. Xa es libre.

- Libre?

- Si, xa podes irte. Recolle. En canto o sol raie o horizonte serás deixado en liberdade.

-Apenas recordo porqué estou aquí. Libre? Son libre? Afóra non coñezo nada, nin a ninguén, nin haberá un futuro, o meu pasado e o meu presente estivo entre estas reixas. Este é o meu fogar. Realmente cres que a gaiola é esta, ou o que está por chegar?

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Otra noche más...

Sóla, para que me resulte más fácil escapar a mis instintos...

Al menos esta noche hay luna llena, puede que aparezca algún lobo así al menos podré saciar mi sed de lucha y, claro está, siempre es más agradable arrebatarles a ellos la sangre y no a cualquier otro animal indefenso.

Jugando, como siempre.

Se sentía enjaulada, sola. Imaginaba un mundo a parte, nuevo, donde todo lo que había por conocer fuese diferente, y no todo fuera como el resto de gotas de agua que la rodeaban todo el día. Soñaba con un soplido que la condujese a la libertad que tanto ansiaba, soñaba con alguien que la ayudase a salir, a volar, a flotar por el aire hasta explotar feliz. Así esperaba que fuera su último momento, rompiendo en felicidad mientras salía de aquello que tanto la envolvía, dejando su huella atrás como pompa de jabón...