Cube

Una película dura y difícil de digerir porque tiene un argumento denso, pese a su sencillez de medios e ideas. Este último motivo es el principal para que sea considerada un película de culto o incluso un experimento cinematográfico.
La película empieza sin tejer una trama clara y finaliza sin deshacerla, introduce la trama principal muy asperamente. La película narra los sufrimientos de los únicos personajes que aparecen en el reparto dentro de un extraño laberinto lleno de trampas.
Este laberinto lleva al límite psicológico a un grupo muy heterogéneo de personajes, la simpleza matemática de éste es abrumadora ya que se trata de un cubo, algunas veces con trampas, con seis salidas correspondientes a las seis caras del cubo y dan en circunstancias normales a otro cubo con otras seis compuertas de salida. Y todos los cubos o habitaciones forman un cubo mayor muy especial puesto que, digamos para simplificar, los cubos se pueden mover y entonces habitaciones que están en una posición en otro momento están en otra distinta; visualmente el conjunto del laberinto puede recordar al Cubo de Rubik aunque con ciertas diferencias porque los cubos pequeños que forman las habitaciones no rotan como en el rubik sino que se rota en los tres ejes (x, y, z). Y todo este gigante mecanismo sólo tiene una salida que se produce una vez que el cubo ha movido todos los minicubos hasta su posición de inicio.
Toda esta información técnica sobre el cubo es desconocida para los personajes de la película. Además, al igual que el espectador incluso después del final de la película, se desconoce el por qué del cubo, por qué están ellos allí, y la respuesta a la pregunta clave: ¿Cómo salir del laberinto? Todo esto es lo que provoca un argumento denso, donde aparecen las teorías más conspiratorias y paranoicas posibles, donde se plantean la cordura de ciertas normas-base de la sociedad actual, surgiendo al final un halo con todas sus variantes de locura indescriptible. La película puede recordar el libro "El proceso" de Franz Kafka. Una atmósfera claustrofóbica de oscuros cubos metálicos iluminados cada uno con luces de diferente color: blanco, azul, verde, rojo... sin llegar a esclarecerse el significado de cada color, y los personajes vestidos como presos de un campo de concentración. No obstante, los objetos que poseen parecen ser de utilidad: las botas con sus cordones, las gafas de la estudiante o la ropa.

Opinión personal: De las tres de la saga es la última que vi, a pesar de ser la primera en hacerse. Tiene una protosecuela y una secuela. Aquí la información:

"Tiene dos secuelas de menor calidad argumental aunque quizá más calidad de efectos gráficos. Hypercube, que además de plantear un laberinto en las tres dimensiones propone el uso de la dimensión del tiempo como una nueva complejidad del laberinto, presenta una atmósfera menos agobiante, ya que los cubos ahora son blancos, los personajes en ciertos momentos incluso parece que están alegres, no llevan un uniforme de campo de concentración y las trampas son más limpias. Además de esto, no es tan críptica o misteriosa como la original, cuyo final es totalmente abierto
En un intento por reconciliarse con Cube original, surge la película Cube Zero que estéticamente es muy cercana a la original, el laberinto es sensiblemente idéntico al de Cube, con la salvedad de que las compuertas son circulares y que cuando vuelve a la posición inicial se produce una "limpieza" del laberinto incinerando todo resto inorgánico u orgánico de los usuarios. Esta película se centra mucho más en la parte social, ya que obvia el funcionamiento del laberinto. Y nos plantea como unos vigilantes en otro ala del complejo vigilan por los "usuarios" del laberinto. Uno de ellos se pregunta por qué realiza esas atrocidades y su compañero de trabajo, que no recuerda cuando salió de su sala de operaciones y su espacio personal, le responde: "Es nuestro trabajo". Indaga en los archivos en papel de los reclusos del laberinto y ve que una de las que está dentro no ha firmado el consentimiento para estar dentro de él como parte del intercambio de otra pena carcelaria. Esta película traza unas esferas sociales dentro de otras esferas sociales, da la visión "cuberiana" a la clásica frase "¿quién vigila al vigilante?"."

La saga me la dio a conocer Solhdeck con Cube Zero (la última en hacerse). Cualquiera de las tres son muy buenas películas y se la recomiendo a todo el mundo. La única que puedo criticar es Hypercube, ya que aunque el inicio me enganchó mucho y me daba mucho más para pensar, no me gustó como la terminaron.

¿Qué opináis?


P.D: La he puesto en "Hollywood", pese a que es una película de Canadá.

Chiharu ya me había hablado de esta saga y la verdad es que me llama mucho la atencion el argumento pero no he tenido la oportunidad de ver ninguna de ellas u.u a ver si veo alguna y os comento que me ha parecido ^^

Buenísima saga. No se me había ocurrido ponerla. La verdad es que no me he pasado casi nada por el apartado "cine" y tengo algunas películas que quiero poner. Pero el tiempo que tenog es bastante limitado. Me gusta cómo describes la película, pero quizás algún dato puede ser considerado Spoiler.

De todas formas... mola XD

Cube es una película muy buena, aunque por desgracia sea mucho menos célebre de lo que debería, supongo que en gran medida debido a ser una película independiente sin actores conocidos.

Sin duda es un gran título de culto, con todo lo que eso significa: no es demasiado conocida, pero la gente que la conoce, la adora. No creo que se pueda hablar de "cine experimental" o de "experimento cinematográfico", sobre todo porque la película está narrada de una manera muy convencional, pero sí que desde luego es un magnífico ejemplo de cómo se puede hacer una película rica en matices y en detalles a pesar de la pobreza de medios. Un único escenario (al que se le van cambiando las luces de colorines de vez en cuando) y un número reducido de actores. Pero la película es toda una lección de que la falta de dinero no está reñida con la creatividad, y que se puede hacer incluso ciencia-ficción futurista con cuatro duros, y acabar realizando una película mucho mejor que cualquier superproducción de Hollywood.

El tema de la película no es tampoco especialmente original. Es decir, el recurso de "grupo de personas de personalidades muy diferentes encerradas en un espacio claustrofóbico y enfrentadas a una situación límite" y explorar las tensiones que surgen entre ellos ya lo hemos visto muchas veces en el cine, desde Alien a La cosa de John Carpenter o numerosos episodios de Expediente X donde se jugó con este esquema en muchos capítulos, sobre todo en sus primeras tres temporadas. Aunque el hecho de no ser un esquema en absoluto novedoso desmerece nada los méritos de Cube, una película que se destaca por su poderosa fuerza narrativa, su capacidad para mantener el suspense en todo momento y por la increíble riqueza de detalles que tiene la historia.

Y es que más que un argumento "denso", tal como lo ha definido Dhaos, yo más bien diría que es más bien "rico", y es que el adjetivo "denso" tiendo a identificarlo más con la profundidad de los contenidos. Y sí, hay una cierta profundidad metafísica en Cube (como en todo gran film de ciencia-ficción) acerca de la condición del ser humano como marionetas de un demiurgo que parece jugar libremente con nuestro destino (ideas exploradas en otros films de la misma época que Cube, las excelentes Dark City y El show de Truman), pero en este caso las teorías conspiratorias adquieren un nivel mucho más abstracto, e incluso hasta cierto punto onírico y surrealista, y de ahí lo acertada de la comparación con la obra de Kafka. En esta película no importa tanto la idea de quién está detrás del juego del cubo, sino los interrogantes que se plantean a lo largo del proceso.

Pues eso, sin lugar a dudas una película excelente, recomendable a todos los amantes del género fantástico o aquellas personas que quieran vivir una hora y media de terror psicológico del bueno (y no como todas esas películas que nos venden como género de terror, y que ni asustan, ni incitan a reflexionar ni nada). Le doy una nota de 8/10, es decir, notable alto.

Debo admitir que a pesar de lo mucho que me encanta Cube (película que me he visto un montón de veces, y nunca me canso, por cierto), no he visto ninguna de sus dos secuelas. Y es que no me inspiran demasiado confianza, básicamente por el hecho de estar hechas por equipos diferentes de quienes hicieron la primera película. Yo, a la hora de ver una película me suelo guiar sobretodo por el equipo creativo: quienes firman el guion y la realización de la película. Y Vicenzo Natali, el aclamado guionista y realizador de la primera entrega no estuvo ya en ninguna de las siguientes películas, y la experiencia tiende a demostrar que eso no es bueno, porque los que vienen después tienden a quedarse con lo más superficial de la historia original, y se pierden todos los ricos matices por el camino. En cualquier caso, supongo que las acabaré viendo algún día y me dedicaré un fin de semana a ver las tres seguidas, para así poder compararlas y valorarlas a las tres en su justa medida.