Rayman 3 Hoodlum Havoc

Rayman es ya uno de los pocos héroes del mundo de los videojuegos que
no necesitan presentación. Poco a poco ha ido haciéndose un sitio en el
olimpo de los grandes, donde habitan personajes del calibre de Mario o
Sonic. Un sitio que se ha ganado por derecho propio, al convertirse en
la mascota de Ubi Soft.

Lo primero que hay que decir de Rayman 3, es que llega sin un claro
objetivo concreto. Esta vez no ha pasado tanto tiempo como ocurrió
entre la primera y segunda parte, y tampoco viene para tratar de
demostrar algo nuevo, o para acompañar el lanzamiento de una nueva
consola. Rayman 3 sencillamente llega con el propósito de divertir lo
máximo posible.
Pero claro, esa falta de propósitos se traduce (en principio) en un
claro parecido a Rayman 2, sobre todo en cuanto a nivel estético. La
primera impresión al jugar, e incluso antes de jugar, tan solo al ver
las imágenes, es la de estar ante Rayman 2,5 en lugar de tener delante
la tercera parte. Pero tal y como se verá a lo largo del análisis, esto
sólo es la impresión inicial.

Lo que hay que tener claro desde el principio es que Rayman 3 es un
juego muy divertido. Es un juego de plataformas en 3D, con toques de
acción y de aventura sabiamente combinados para resultar divertidos
todos ellos. Cosa que no suele ocurrir cuando se hace una mezcla de
géneros en un mismo juego.

g r á f i c o s
El apartado gráfico ofrece una de cal y otra de arena. En general
hay que reconocer que está muy bien, es muy bonito; pero también hay
que reconocer que esperábamos más. Lo primero que llama la atención es
la similitud de los escenarios con los de la segunda entrega. Después
de verlos con un poco más de detenimiento, se puede apreciar que el
aspecto de los mismos sí se parece, pero en realidad no es igual.

El diseño de los niveles ahora está mucho más estudiado, resultando
todos ellos más divertidos de superar y completar. Todo parece estar
colocado estratégicamente para hacerlo entretenido. Cada escalera, cada
plataforma, cada desnivel… todo está en su sitio para ser superado sin
problemas.

El resto del apartado gráfico hay que reconocer que es muy bueno,
pero sin destacar especialmente. Las texturas son muy bonitas, y muy
sólidas, dando un aspecto de sobriedad al juego que le hace ganar
enteros.

Las animaciones de Rayman también son muy buenas y fluidas, pero no
sorprenden demasiado desde las vistas en Rayman 2. Sí es verdad que hay
más y son un poco mejores, pero tampoco como para tirar cohetes. Las
mejores son las que realiza cuando lo dejamos parado, que se pone a
jugar con su propio cuerpo como si fuera una pelota de fútbol.


s o n i d o
Entramos en el apartado por excelencia. Aquí no hay lagunas, y el
nivel roza la perfección. A la hora de empezar, hay que hacerlo por el
impresionante trabajo de doblaje que se ha realizado, a la altura de
las producciones destinadas al cine.

Los dobladores para la versión en castellano realizan su trabajo
sobradamente, si bien sólo son unos pocos, pero con una cantidad de
voces realmente destacable. Curiosamente el que menos habla es Rayman,
pero nuestros compañeros de aventuras tienen un repertorio de frases
bastante amplio. Y lo mejor es que cada vez que abren la boca es para
decir alguna bobada que sacará más de una carcajada al más serio.
Y es que los chistes que Globox y André sueltan continuamente son
desternillantes. Especial mención tienen las frases que dice Globox
cada vez que le lancemos un puñetazo. No tienen desperdicio.
El resto de los efectos de sonido brillan a la altura del doblaje,
siendo éste realmente bueno. Para empezar, hay una cantidad de sonidos
apabullante, teniendo cada acción varios posibles. Así, las pisadas de
Rayman no suenan igual en todas las superficies, y lo mismo se puede
decir para los puñetazos, suenan diferente según donde los lancemos.
Además, todos los efectos del juego están perfectamente
representados, con un aire muy de película de dibujos, e intentando
resultar siempre lo más simpático posible.

Las músicas son otro cantar, nunca mejor dicho. Para empezar, en la
intro se puede disfrutar de un tema cantado que ameniza de maravilla la
sucesión de secuencias de todas las fases del juego que salen
entremezcladas.
Pero es que todas las músicas que adornan cada una de las fases son
una maravilla. Todas son composiciones orquestales creadas con mucho
mimo para resaltar ese aire de película de dibujos que mencionábamos
antes. Unas músicas muy bien creadas que se llevan a las mil maravillas
con la fase a la que se corresponde cada una.
Pero a parte de que cada fase tiene su música, también hay otras
melodías que se superponen en momentos concretos. Generalmente en
momentos de tensión, por ejemplo cuando se produce un combate sorpresa,
la música cambia a otra mucho más movida que la que esté sonando en ese
momento.

También a la hora de resolver algunos puzzles o en momentos concretos
de pasar por algunas plataformas complicadas la música da un giro y se
transforma en otra más acorde para la ocasión.
Entre el doblaje, los efectos de sonido, y todas las músicas que lo acompañan, un apartado sonoro de auténtico lujo.

El modo en el que se va narrando la historia es el mismo que va
desarrollando el juego. Continuamente iremos viendo situaciones, y
oyendo conversaciones que irán dando forma a esa historia. Y nunca
pasará mucho tiempo sin que suceda algo nuevo que vuelva a meter al
jugador en esa historia… esto engancha mucho, pero como todas las
aventuras, hay que pagar un precio, el de la duración.
Después, el juego en sí es un plataformas, y en algunos momentos
esa palabra toma todo su esplendor. En esos momentos, habrá que saltar
de una plataforma a otra continuamente, y a veces muy deprisa. En El
resto de las ocasiones plataformeras habrá tiempo de sobra para
calcular los saltos.



La otra parte que compone este juego es la acción. Los enemigos
cuando aparecen, cambian el enfoque del juego. Rayman dispone de una
habilidad para bloquear a un enemigo con un botón del pad, y con el
botón de ataque lanzará el puño a ese enemigo. Pero eso ya estaba
visto, así que ahora Rayman tiene la habilidad de lanzar el puño con
efecto, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda.
Esta habilidad es vital para atacar a algunos enemigos (los que llevan
un escudo, por ejemplo) o para resolver algunos puzzles. Y lo cierto es
que es muy fácil de aprender y de usar, y otorga al juego una dinámica
mucho más abierta en los combates. Combates que resultan muy
divertidos, gracias a que los enemigos son dinámicos y a la vez
sencillos de derrotar. La mayoría disparan unas balas que van un poco
lentas, pero que cuando se juntan muchas aun pueden presentar alguna
complicación.
La verdad es que al final, la compenetración de los diferentes
tipos de juego resulta muy agradable y se deja jugar a las mil
maravillas. Lo malo es que tanta sencillez se traduce en facilidad, y
es precisamente eso lo que hace que el juego sea demasiado corto.

Por supuesto Rayman todavía conserva la habilidad de cargar su puño
para lanzar puñetazos más fuertes. Esta habilidad aquí hará mucha
falta, tanto para acabar con algunos enemigos, como para resolver
puzzles o romper cosas.
En algunos momentos concretos, la faceta más aventurera de Rayman
se pondrá de manifiesto. En algunas zonas, tendremos que emular incluso
a Solid Snake, siendo sigilosos para no ser detectados, mientras nos
escondemos del campo de visión de los enemigos.
Los juegos de Rayman siempre se han caracterizado por permitir al
jugador ir descubriendo los poderes secretos a medida que se avanza en
el juego. Pues para esta ocasión la novedad la aportan los disfraces de
Rayman. Cada vez que se rompa una jaula durante la partida, sus
inquilinos (forzosos) en señal de agradecimiento le darán a Rayman la
oportunidad de disfrazarse.

Cada disfraz tiene poderes especiales, aunque Rayman solo lo podrá
llevar durante un tiempo limitado. Si se termina el tiempo y necesita
volver a vestirlo, tendrá que regresar al punto donde quedó el disfraz,
para vestirlo de nuevo. Durante la partida podremos encontrar cada
disfraz muchas veces, y será completamente imprescindibles para avanzar
por las fases.
Existen 5 disfraces diferentes: el rojo da más fuerza al puño de
Rayman, para romper algunas puertas y derribar algunos enemigos más
duros. El verde da a Rayman el poder del viento, para activar algunas
plataformas y para acabar con unos enemigos que caminan sobre zancos.
El azul da a Rayman los ganchos con cadenas, imprescindibles para
colgarse de las argollas y llegar a sitios inaccesibles. El naranja
equipa a Rayman con un misil que puede ser guiado con una vista en
primera persona (como el misil Nikita de Metal Gear Solid). El último
es el amarillo, disfraz que coloca un gorro con hélices en la cabeza de
Rayman, con lo que puede volar durante unos segundos.

Y además de todos estos géneros, Rayman 3 tiene muchos minijuegos.
Algunos dentro de la propia aventura, como la fase de snowboard, o la
persecución de uno de sus zapatos (mientras Rayman va montado en el
otro), aunque el mejor es el que se puede jugar en el intercambio de
algunas fases: la carrera de saltos.

La verdad es que definir este minijuego es complicado, pero vamos a
intentarlo. Imaginad a Rayman montado en algo parecido a una tabla de
surf, yendo a toda pastilla sin poder bajar la velocidad. Ahora
imaginad que va por unos raíles que están flotando en el aire. Con el
botón de salto se puede saltar de un raíl a otro, o bien caer al vacío
si se realiza mal. Pero no pasa nada, si se falla (cosa bastante
normal), se vuelve al principio y se vuelve a empezar. Pero la cosa se
complica: los raíles se terminan, cambian de altura y de situación, por
lo que hay que ser habilidoso para pasar la fase. Al principio cuesta,
pero luego divierte y mucho.

A la hora de ponerse con este juego, la primera alegría que produce es
ver que no estamos ante un refrito de Rayman 2, tal y como da la
impresión al principio. La segunda alegría viene al ir jugando y viendo
la historia que lo conduce. Pero después de haberse enganchado, de
haberle cogido realmente el gusto, después de que pasen las horas casi
sin darse cuenta, el juego se termina y queda una sensación de vacío.
Sin duda este juego es bueno. Pero si lo comparamos con otros
grandes del género, como puedan ser por ejemplo Jak and Daxter, o Mario
Sunshine, Rayman 3 se queda corto. Corto en escenarios, corto en
detalles, corto en longitud… y es una auténtica lástima. En general es
un quiero y no puedo, porque se nota que se han puesto muchas ganas
aquí, y se han quedado justo delante de la meta por poco.