Palabras Muertas

Dejó de llover. La noche se tornó más negra de lo habitual. Entre los callejones de la ciudad se respiraba un aire pesado aderezado con el olor característico de las losas mojadas por la lluvia. Me costaba un poco respirar pero mi paso era firme. Ella caminaba delante mía con un sutil serpentear de cintura que conseguía hacer que su figura se confundiese con la de la noche misma. En su rostro, un mirar gris como las mareas de la luna se perdía en el horizonte de su pasividad. Su pelo negro bailaba levemente de un lado al otro, acompasado, al ritmo que marcaban sus largos tacones, haciendo en ocasiones de velo improvisado para el funeral de mi tranquilidad. De vez en cuando giraba disimuladamente su frágil cuello de marfil para observar si seguía detrás de ella. Sabía que la seguía...

Pero,¿porque la seguía? No lo sé ahora y no lo sabía entonces, solo sé que había algo en ella que me llamaba la atención, algo que necesitaba descubrir... Seguí mi persecución tan ensimismado que, con mi muy común mala suerte, tropecé con un borracho que dormía placidamente contra una pared. Me vine abajo, el pobre ni se dió de cuenta. Alcé la vista para seguir a mi objetivo pero ya no se oía el taconear de sus suelas. Me incorporé como pude y aceleré el paso, torcí una esquina, luego otra y me topé con una de las más famosas y anchas calles de la ciudad, ¿como era posible que la perdiese de vista? ¿En que coño pensaba? Idiota de mí...Miré a un lado y al otro buscándola en el infinito de la calle. Las farolas me observaban con un parpadear inquieto, los bancos parecían ser público de excepción sentados a ambos lados de la calle, observando un monologo propio del mismísimo Shakespeare. De repente me quedé totalmente paralizado. Un frío intenso bañó mi nuca. Sentí como un voluptuoso cuerpo se arrimaba levemente a mi espalda. Un susurro rompió el silencio.
-¿Sabes? Eres un suculento manjar...
Giré levemente mi cabeza hacia mi derecha, de donde provenían dichas palabras y medio sonreí. Reconocí aquel rostro pálido. Volvió a susurrarme.
-Es peligroso andar por estos barrios a estas horas si no es con una compañía adecuada.
-¿A que le llamas tú una compañía adecuada?
Soltó una leve carcajada y posó sus heladas manos sobre mis antebrazos. Comenzó a bajar lentamente las manos, acariciandome con la suavidad de su blanca piel.
-¿Lo sientes? ¿Sientes la tranquilidad de la muerte recorriendo mis venas? Dime, ¿has probado alguna vez el placer del dolor?

Está genialoso *0*

En serio, mola un montón owo

Escribes muy bien ^___^

Quizá lo único que cambiaría... sería el poner espacios entre párrafo y párrafo, para que de sensación de estructura y no de texto-ladrillo xD

Pero por lo demás, como ya te comenté, me gusta mucho como lo escribes. Como dije, me recuerda a Vampiro ^^

Venga, ánimo, yo te apoyo para que hagas 399 más como esa xD

Dhaos escribió:Quizá lo único que cambiaría... sería el poner espacios entre párrafo y párrafo, para que de sensación de estructura y no de texto-ladrillo xD

Ah, pero no son sólo 2 párrafos? xddd

Sip, te digo lo mismo que Dhaos.

Esta realmente bien!!
Parece mentira que no sea de un libro...xD

Y me encanta tu forma de describir, realmente me metí en la historia!!

A los que os interese seguir la historia intentaré seguirla en mi fotolog Oxido de suspiros, ya colgué la continuación ^^